17
Saca algunos de sus pantalones del cesto de la ropa sucia y rebusca en los bolsillos. Nada. Entra en su habitación y abre el primer cajón de la mesita de noche. La cartera está oculta entre los calzoncillos. Doscientos euros. Los doscientos euros que le dio Paolo. Empieza a hacer cuentas. No. No basta con doscientos euros. Se maldice por haber malgastado el dinero de las carreras. Se toma la libertad de allanar el dormitorio de su hermano, no hay nadie que se lo impida, Paolo está trabajando y Maria entre fogones. Rebusca por cada cajón, abre cada cajita que se encuentra. No hay nada. Lo mejor será darse por vencido y empezar a ahorrar a partir de ahora. Justo antes de salir, su mirada se cruza con un pequeño joyero. Bingo. Ahí debe haber algo. Tiene un candadito de los de contraseña. Que absurdo es Paolo. Haber, cuatro números… ¿Podría ser su fecha de nacimiento? Introduce el número de única cifra que corresponde al día, los dos que corresponden al mes y los dos últimos del año. Tira de la cerradura y… se abre. Sonríe y se jura no confiar nada de valor a su hermano. Dentro del joyero no hay casi nada, a decir verdad, tan solo hay una cosa. Una alianza. Una alianza preciosa, de plata y con unos dibujitos grabados. Step la coge, ¿cuánto le darían? Seguro que lo suficiente. Se la mete en el bolsillo, pero de repente le parece llevar un gran peso. Joder ¿qué hace? Venga Step no estás tan desesperado… Se la saca del bolsillo y vuelve a observarla. Piensa en Paolo. Él pensaba en casarse mientras la muy zorra de Manuela... Juguetea con la alianza mientras se lo piensa. Termina por dejarla en su sitio y sale del dormitorio como si nada hubiese pasado.
-Maria ¿está el café?
En la universidad se ha armado un pequeño revuelo. Corre el rumor de que Brandeli se ha declarado a Sabrina. Al parecer, con un dibujito en la pared.
-¡Qué fuerte! No me esperaba esto de Chicco Brandeli. ¡Qué romántico! ¿Lo has visto ya? Con la inicial de ella y con la inicial de su apellido, separadas ambas letras por un corazón -Pallina está al tanto de todo.
Babi le sonríe y le sigue el juego. No desmiente absolutamente nada.
-Estaba castigado ayer ¿no? Aprovecharía… -comenta Babi haciéndose la despistada.
Las dos amigas caminan por el pasillo mientras siguen, en parte, cotilleando de la supuesta gran declaración de Chicco Brandeli. El destino hace que se crucen con él. Las saluda cordialmente, pero Pallina hace que se detenga e intenta sacarle los colores.
-Mira que tenías ocultos tus sentimientos…
-Ya, bueno -Brandeli intenta escaparse. No comprende porque la gente lo tortura a preguntas. Él no ha hecho esa cursilada. Ni si quiera conoce a esa Sabrina y ahora tendrá que darle explicaciones…
-Si es que en el fondo todos los tíos sois muy románticos… -Pallina no hecha el freno.
-Supongo que algunos más que otros.
Chicco reanuda su paso. Se siente incómodo hablando del tema. ¿Quién demonios le ha gastado esa broma? Espera ¿y si lo ha dibujado Sabrina? Quizás sea ella la que quería declararse… No. No seas tonto, ella no estaba castigada. No ha podido entrar. Piensa. ¿Quién estaba ayer castigado? Hace memoria. Vale, ¿y quién de esos tiene una inicial que empiece por “S” o por “B”? Bassi. Eso es. Bassi. ¿Dónde se ha metido? Tiene que encontrarlo. Menudo pillín está hecho el dichoso Bassi… Sonríe mientras lo busca. Está convencido de que es él, no cabe otra posibilidad. Míralo. Ahí está. Apoyado en la pared, riéndose de todo ser andante, rascándose la barriga, con una horrenda camiseta de media manga… No. No puede ser. Brandeli está seguro de que ese tipo no se ha enamorado en su vida. Chicco se pasa la mano por el pelo. Piensa, piensa. ¿Quién más? Debe haber otra. Otra persona que coincida con la descripción. “S”. ¿”S” de quién? “B”. “B” de… Babi. ¡Eso es! ¡Babi! Se cruzó con Babi cuando acabó su turno y con Babi estaba el tipo ese, el de los músculos, el de la moto… ¡Step! Recuerda que había un chico castigado que no era de la universidad. ¡Todo encaja! ¿Dónde está Babi? Tiene que encontrarla. Corre con una gran sonrisa por los pasillos. Ya no tendrá que pasar el mal trago de hablar con esa tal Sabrina.
-¡Babi! -grita desde el otro extremo del pasillo. Babi lo escucha y se gira. Pallina la imita. Chicco las alcanza jadeante-. Babi lo sabías y no me has dicho nada… ¡“B” de Babi y “S” de Step!
-¿De qué hablas?
-Venga no finjas. Eso no lo he escrito yo. Has sido tú o ese con el que estabas ayer. Se llama Step ¿no? Tienes que decirlo. No se ni quien es esa Sabrina… ¡A saber como es!
Pallina mira a su amiga con la boca abierta y las cejas en todo lo alto. No puede creer que Babi le haya ocultado algo así. Eso no es de ser buena amiga… Además, todo eso quiere decir que Alfredo ya es agua pasada. A saber que harían encerrados Step y su amiga…
-Babi prométeme que lo vas a decir. Que si no lo dices tú, lo digo yo -Brandeli se señala así mismo y se marcha con un peso menos. Con la sensación de haber vuelto a nacer.
Pallina espera un poco a que Brandeli ande lejos. Babi hace como si nada hubiese ocurrido y reanuda su paso, dejando atrás a Pallina. Ésta última se da cuenta y no tarda en seguirle.
-Pero ¿cómo no me lo cuentas?
-¿El qué?
-¡Estás con Step! Claro ahora lo entiendo, el símbolo de interrogación tachado, los signos de exclamación…
-Pallina, Brandeli solo intenta justificarse.
-Babi no me chupo el dedo. ¡Confiesa! ¡Confiesa! -Babi sigue optando por el silencio y Pallina recurre al chantaje-. Como no hables, lo grito y se enteran todos.
-No serás capaz.
Y menuda es Pallina para los retos…
-¡Escuchad todos! ¡Chisme de primera! -todos se quedan mirándola. Guardan silencio-. ¿Sabéis lo del dibujo en la pared? Pues no ha sido Brandeli, ha sido…
Crece la expectación de todos los alumnos. Pallina mira a Babi, le alza una ceja. Babi le pega un tirón de la chaqueta, se acerca a su oído y le susurra.
-Lo confieso. Estoy medio oficialmente con Step. ¡No lo digas!
-Lo siento amigos -le dedica un guiño a Babi-. Me acaban de confirmar de que es falsa alarma. Seguiré con la investigación -todos protestan y silban a Pallina. Esta hace como si nada y comienza a interrogar a su amiga-. ¿Por qué no me lo habías dicho?
-Tengo miedo a que llegue a oídos de Alfredo.
-Alguna vez se tendrá que enterar.
-Pero quiero decírselo yo.
-¿Y a qué esperas?
-A esta noche. No puedo seguir así. No se lo merece. He quedado con él en el parque que hay cerca de mi casa.
-¿Vas a ir sola?
-No, voy con Step y que se lo cuente él… ¡Claro que voy sola!
Muy buen capítulo, la verdad que tienes mucha imaginación para escribir la historia.
ResponderEliminar¡Saludos! ;)
Se hace lo que se puede :P
ResponderEliminarWoooo sta guay el capitulo, estoy deseando k pase alguna ``movida´´ entre ellos tu me entiendes jajajajja
ResponderEliminarEstupendo el capitulo =)
ResponderEliminarGracia por leer :D ¡Saludos!
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